ABC
POR BEATRIZ CORTÁZAR 16-3-2003 09:03:59
Desde su famoso y espeluznante accidente en la mismísima plaza de la diosa Cibeles el trío tralalá, o sea, la tal Loli Álvarez, su inseparable Toni Genil y el arlequín de turno, no nos habían regalado la vista con esos impagables vídeos caseros que luego ponía a la venta por las distintas televisiones un amigo del trío con el que se completaba el cuarteto. Sus posteriores operaciones de estética, emulando la serie de la momia, o sus bodas con abortos incluidos no habían conseguido alcanzar esos índices de audiencia que los programas persiguen a diario y cuya conquista va rizando el rizo de lo imposible. Pero he aquí ahora que el trío tralalá reaparece cual ave fénix, en pleno cambio de pelaje, para deleitarnos con uno de sus «im-presionantes» vídeos en el que pillan «in fraganti» al marido de la tal Loli mientras se escapa al parador de Toledo con una ex de Jesulín, de cuyo nombre es ya imposible acordarme. La trama la calculan casi al detalle y digo casi porque como el grupo anda corto de presupuesto graban la secuencia previa a lo que se intuye el gran encuentro amoroso. Graban el previo, la copa a dúo junto al ventanal bien iluminado (tampoco hay presupuesto para luces), la entrada con miradas pícaras al hotel, la salida al día siguiente con el sol radiante, los rostros satisfechos y la misma ropa, que es la pista que dejan para descubrir la infidelidad... Insisto que como no hay presupuesto en este vídeo casero (van a tener que pedir subvenciones al Ministerio de Cultura), un empleado de ese establecimiento cuenta después que la pareja no pernoctó; que simplemente tomaron una copa y quedaron a la mañana siguiente para desayunar. ¡Pena de guión! Con 120 euros más hubieran podido reservar una habitación y ya nadie hubiera dudado de esas reveladoras imágenes. ¡Pena de producción! Aunque lo mejor de todo es que como nadie se cree el rollo «macabeo» que van vendiendo, ahora el trío tralalá anda más preocupado en insistir en que hubo infidelidad -en que lo visto es cierto-, que en querer defender «su matrimonio». Desde aquí pido a quien proceda una mención especial para estos vídeos que vuelven a demostrar que la realidad siempre supera la ficción.
(imágenes no disponibles)
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